A veces el destino también te depara increíbles sorpresas. Imaginaos cuál fue la mía al recibir el mail que me acreditaba como prensa para la edición del BBK.
No sólo porque mi grupo preferido, Kings of Leon, daba su único concierto en España esta temporada, es que también es el que más le gusta a mi padre. Os preguntaréis «y ésta para que nos cuenta que es el que le encanta a su padre…» pues porque, tras varios planeos fallidos, conseguí convencer a mi madre para que le diera permiso para venirse conmigo a Bilbao. Esto no acaba aquí, el día 11 (cuando comenzaba el festi) ¡es su cumpleaños!
Quedamos en la estación de Bilbao, él llegaba desde Ponferrada y yo desde Madrid. Dejamos el coche en el parking habilitado, cogimos los cachivaches y al recinto en bus. Cuando llegamos a por las pulseras la tromba del siglo bautizo el primer día, empapados y con una larga caminata cargados llegamos al camping, y claro imposible ponerse a montar la tienda, así que decisión rápida, al bar. Luego tienda, y tanta lluvia y tanta leche no llegamos a ver a KOL, tuvimos que conformarnos con el último tema, pero felices igual porque estábamos juntos y en el BBK!!!
Cuándo terminaron los conciertos nos volvimos al camping (en bus porque estaba considerablemente lejos, unos 3 km) Cuando me desperté mi padre no estaba a mi lado y pensé «ay dios! ya le he perdido» Me levanto resacosa y sorpresa otra vez, me lo encuentro en el bar con 2 chicos, una chica y un mini de cerveza, jesus! Ahí llevaba desde las 8 de la mañana (y eran las 10). Luego playa con caminata incluida, siesta con ronquidos incluidos… Pensamos «bien a Vampire Weekend fijo que llegamos!», pues no, la última canción otra vez.
El grupo mas raro que he visto en mi vida PIL
King of Leon
Nos pasaron millones de aventuras pero me esta costando muchísimo escribir porque tengo la tele encendida con las noticias, he tenido hasta que quitarle el sonido, escucho y veo todo lo que ha pasado en Santiago y no puedo despegarme. Se me saltan las lágrimas pensando en que ese hombre que sale podría ser mi padre, en que la mujer ensangrentada fuera mi madre, o que hubiera ido a ver a alguna amiga por las fiestas de Santiago y el cadáver que sacan del vagón hubiera sido yo. El sufrimiento me duele y no me emociona tanto como la solidaridad que muestra la gente ante estas catástrofes. Por favor que no se nos olvide que la gente sufre siempre, no sólo hoy o mañana, y que esas ganas de entregarnos duren toda nuestra vida. No quería hablar del accidente pero me resulta imposible no contar lo que siento. Todo mi ánimo a las familias y a todos los que han tenido que pasar por este mal trago, muchísima fuerza y todo mi amor para vosotros. (Todo lo que pienso sobre este horrible tema es mucho mas extenso y complejo, pero tengo que agradecer que mi vida continua y no empecinarme dándole vueltas)
Saludos amigos invisibles!