Aitor Saraiba, el artista libre
Ya hacía tiempo estaba deseando mostraos al artista de hoy que comparte sus inquietudes y, sobre todo, abriendo las puertas de lo que hay detrás de la obra de Aitor Saraiba. Estética infantil con un fuerte significado.
Aitor tiene muy claro lo que no es, como casi todos. Si le hablas de movimiento outsider lo negará contundentemente, sin hacer feos a ninguna de sus particularidades. Sí se identifica con una inspiración que viene más bien del mundo underground, por el que necesariamente casi todos hemos paseado en nuestros años mozos, esos tiempos en que los arco iris y My Little Pony ya no son tan inspiradores como el Black metal o la estética punk. Nunca nos gustaron tanto unas tachuelas como después de pasar una mañana con este artista. Una de las cosas que queda clara es que en esta ocasión moda y arte van unidos, el estilo de Saraiba es la marca de sus dibujos. Porque no es cuestión de suerte, es una década de duro trabajo que comenzó con un fanzine de una tirada de 8 ejemplares.
Saraiba sigue siendo igual de, como él dice, tonto y perdido, y así quiere continuar viéndose. Es posible que esa inocencia sea la que haga tan puro el significado de sus dibujos ¡Ah, y sus libros! Porque lo que no es capaz de esbozar lo traduce en biográficos textos que hablan de niños que intentan asumir su homosexualidad; de la religión; la crisis (acompañada por la huida de nuestros más talentosos cerebros); la política… Pero sobre todo de la libertad, su búsqueda es el significado indudable de la obra de Aitor. La sensación de independencia individual está presente en el artista que, dentro de sus posibilidades, ha conseguido su fin, a pesar de lidiar una batalla con el más ferviente enemigo de la libertad: el ego.
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