Hola amiguis! He decidido que debería de compartir con vosotros mis tips a la hora de viajar. Soy consciente de que hay miles de millones de blogs especializados en viajes. Igualmente éste solo cuenta mis experiencias que espero sean de vuestro agrado.
En esta ocasión el viaje a Cuba fue organizado por una agencia de viajes, os diré que soy muy poco partidaria de éstas pero la idea de irnos fue de amigas y ya lo tenían preparado y yo con tal de disfrutar, tanto de ellas como de la experiencia, me apunté sin pensarlo. Cuando tienes ganas de pasarlo bien lo importante es estar. Aquí mi primer tip jajaja.
Lo primero antes de viajar a Cuba es tener claro que no van a ser unas vacaciones como tal, me explico. Cuando regresé de este viaje la sensación fue por un lado agridulce, porque me lo pasé realmente bien pero vi cosas que me colocaron en la realidad de la que a veces quieres escapar cuando viajas a lugares cálidos y paradisiacos. Todos sabemos lo que está ocurriendo en Cuba, pero conocer a las personas y ver de cerca lo que están pasando es cuanto menos perturbador. No es lo mismo irse a Africa y ver que los niños pasan hambre (con toda la dureza que esto conlleva, no me malinterpretéis) que visitar un lugar donde las personas están encarceladas en una isla, con los conocimientos de lo que pasa fuera, con una cultura sorprendente y un amor y sensibilidad dignos de quién aprecia a las personas por el hecho de serlo. No me gustaría pecar de vanidosa, simplemente quiero que comprendáis que es fácil pensar que las tribus de la selva salvaje son felices con poco porque no tienen conocimiento de que hay más, ni la necesidad de disfrutarlo; ni que decir los países en guerra, donde no irías de vacaciones… Y aquí está el kit de la cuestión, IR DE VACACIONES, de aquí mi segundo tip, prepárate para lo que vas a ver y conocer, ve preparado. Las personas no pueden hablar libremente de lo que están pasando y sus necesidades son infinitas, comparto algunos ejemplos:
Que te venga la regla no es poca broma si te encuentras en La Habana, me arriesgo a decir que hay unas 6 droguerías, por llamarlo de alguna manera, donde la cola puede llegar a durar una hora tranquilamente, pero la sorpresa es cuando, tras esperar horas, la respuesta de la amable dependienta es «Se nos han acabado los tampones y compresas» O_o VI-VA.
Siguiente tip, «Me voy a un hotel? Cómo son?». Yo fui a un hotel en La habana, un hotel «del año la polca». Es posible que tuviera 30 pisos, en ruinas eso sí, y solo funcionaba un ascensor. Me gustaría que imaginarais el caos que supone hacer frente a tal numero de huéspedes con un solo ascensor ¿Qué puedes subir en las escaleras? Sí, pero prueba a bajar kilos de maletas, con un autobús a punto de irse, unos 25 pisos… Tres cuartos de hora esperando…
-
-
Este era nuestro hotel en la Habana
Por ello os comento que
en todo Cuba podréis encontrar unos carteles específicos en las puertas de las casas donde tienen permiso para alojar a personas.
Mi consejo es que la primera noche la paséis en un hotel previamente contratado y después comencéis a alojaros en estas casas. La gente es sumamente amable, no tengáis miedo no hay ningún peligro, los cubanos son muy simpáticos y agradecen cada visitante a la isla. Esto me lleva a otro tip,
llevaros todo lo que no queráis. Con esto me refiero a
maquillaje (aunque esté usado), ropa y cualquier nimiedad que podáis imaginaros, allí no tienen prácticamente nada y
cada regalo lo valoran como oro. De todas formas cuidado con la gente a la que se lo entregáis ya que desde hace un tiempo ha comenzado un trafico local con los objetos que llevan los turistas. En ocasiones por las calles se os acercaran chicas preguntando «¿Tienes algo ara mí?», ¡Trampa! Ellas lo usaran para vender o para dárselo a personas que hagan mal uso de ello.
Lo ideal es regalárselo a las señoras de la limpieza, camarer@s, gente que se encargue de las actividades en los complejos hoteleros. Éstos últimos me llevan a otro tema, es posible que en algún hotel (me adelanto un poco porque esto es más bien en los complejos de Varadero) los trabajadores de actividades como fiestas, quienes llevan los barcos, acomodadores… Os pidan comida que saquéis del buffet. Ellos comida tienen, pero «la calidad» de la que hay dentro de los hoteles no. Es posible que os pidan que les saquéis hamburguesas, bocadillos… Yo lo hice, me pareció normal vamos.
Volviendo a La Habana, cuidado con los lugares que visitáis o por donde paseáis.
Por lo general hay bastante seguridad, puedes ver a mucho oficial armado, que personalmente me incomodaba continuamente pero es mi sensación, os diré que
donde no haya policía no vayáis. Son pocos los lugares pero estad atentos, de todas formas son los propios cubanos quienes te dirán «esta zona no es segura es mejor que te vayas». Sí, son muy majos ellos.
Respecto al transporte
lo normal en la zona de La Habana es parar a los coches que pasan, mejor que los taxis que son más caros y el 90% de las ganancias se las lleva el gobierno, personalmente prefiero darle el dinero a los cubanos que al gobierno, ¡Digo! A menos que sea de noche a horas intempestivas o en lugares extraños, no debería de haber problema, poco a poco iréis aprendiendo los precios normales de un sitio a otro.
Los autobuses no son para turistas, los suelen coger los trabajadores pero de las zonas de campo, incluso el personal de los hoteles, fabricas, tiendas, cogen coches parándolos en la carretera, allí es muy normal compartir coches.
Si hacéis algún colega cubano, como fue mi caso, puedes «contratar» sus servicios durante un día entero por unos 60 cuc (60€). Digo contratar entre comillas porque está prohibido que los cubanos residentes hagan de guía a cualquier turista, si la policia les viera acompañando a un grupo, guiándoles, enseñándoles monumentos o temas así probablemente se los llevarían. Entiendo que todo esto puede sonar muy radical pero una vez estás allí no es para tanto.
A la hora de ir de compras hay ciertos mercados locales que son una maravilla donde se esconden auténticos tesoros. Los encargados de cada puesto me enseñaron ciertos «truquitos» para conseguir esos regalos especiales a precios reales.
El coral negro por ejemplo esta protegido, pero claro protegido para los residentes cubanos, en las joyerías lo puedes encontrar a precios muy elevados y una vez más es el gobierno quien se lleva el 90% de las ganancias.
Los vendedores de los mercadillos esconden estas piezas y tendrás que pedirles discretamente que te las enseñen.
Te las venderán al 90% menos que en una joyería ya que todas las ganancias se las llevan ellos y, una vez más, prefiero darles mi dinero a ellos que a quienes ya lo tienen de sobra. En el caso de comprar coral negro,
para cerciorarse de que es verdadero, es tan fácil como pasarle un mechero, si se derrite es plástico, si no es coral.
Si sois adictos a internet, como servidora, vais a poder disfrutar de una buena desintoxicación ya que
en todo cuba no hay wifi (ni dispondréis de datos a menos que paguéis una millonada). Me explico, wifi como tal hay, pero es el oro más preciado. Ante la necesidad acudí al único hotel cinco estrellas que encontré en La Habana vieja y me cobraban 17 cuc. por media hora, unos 17€, se rieron infinitamente cuando le pregunté si consumiendo en el bar no podía conectarme…
Por la calle os encontraréis a algunos chicos con ordenadores portátiles sentados en algún rincón a los que por 1 cuc. podréis sacarles 10 minutos de wifi que comparten desde su router, aquí hay que tener cuidado porque cuando te piden el movil para configurarlo pueden hacerte la de activarte los datos y decirte «Ala ya tienes internet», tú no te das cuenta hasta final de mes cuando pagas una salvajada, es necesario controlar el tema.
También existen unas tarjetas que contienen minutos pero solo en ciertas zonas puedes acceder a la wifi con sus claves. En los hoteles hay una sola zona donde funciona y a duras penas, también las venden en locales especializados pero hay que ir a primera hora si se te ha agotado la tarjeta ya que las colas que se forman son infernales. Una vez estés en el local la conexión suele ser fluida, no tanto como en los hoteles donde te encuentras dando vueltas como pollo sin cabeza a ver en que esquina le da por conectarse ese día.
A la hora de escoger dónde comer serán muchas las personas que os recomienden ir a «Los paladares», éstos son casas donde se sirve comida típica, en mi opinión me quedo con los restaurantes, os cuento mi porqué. En estás casas es cierto que la comida está deliciosa pero, por lo menos a los que yo fui, era mucho más escasa y mucho más caro. Hubo un restaurante que se podía denominar como más turístico, donde tocaban música en directo y todo parecía perteneciente a una gran cadena, pero aún así comimos súper barato y cosas que, además de estar deliciosas, se repartían en abundantes raciones que nos hizo tener energía para horas de patear la ciudad. Mi tip podría decirse que es, cuidado con las recomendaciones hay que ver de todo, a veces por querer ser auténticos se nos puede ir de las manos.
-
-
Esto es a las 7 de la mañana en la playa de Varadero
-
-
Mi segunda visita fue a Varadero. Allí nos alojamos en el típico complejo vacacional, enorme, con muchos restaurantes, piscinas y todas las comodidades de cualquier hotel del tipo «vacaciones a lo loco». En mi caso tuve que vivir el momento «turismo de alcohol». A pesar de que estaba todo muy limpio y organizado los huéspedes vivían borrachos, en su mayoría, ya que con la famosa «pulserita» podías beber y comer sin fin a cualquier hora. A ver quien tenia narices a bañarse en alguna de las piscinas a ultima hora donde se habían vertido más copas y pis que en una rave de las de antes. Esto me lleva a compartir con la mayor brevedad el olor insufrible a bar sucio del chiringuito de la playa, poco recomendable ir descalzo la verdad. Ahora bien, los paseos a primera hora de la mañana por Varadero fueron un regalo que jamas habría podido imaginar. Me encontraba con la única compañía de dos pereces, que vivían en la inmediaciones del hotel y que a cambio de tirarles un palito me acompañan en mi paseo matutino, y algún que otro pescador de la zona que saludaba alegremente. Después de desayunar disfrutaba de una piña colada con «vitamina R«, ósea Ron, los cubanos tienen un dicho con el que me he hecho para el resto de mis días: «Si estás triste, vitamina R. Si estas contento, vitamina R. Si no pasa nada, vitamina R», es cierto que te pasas el día un poco ciego pero oye estas en Varadero hay poco más que hacer que plantarte con una tumbona en la orilla del mar a disfrutar del suave movimiento del agua transparente a temperatura corporal.
Hablando de copas, el mojito no es como en España, allí lo hacen con agua por lo que si lo que más te gusta de este combinado es el dulzor y la fragancia a hierva buena… Olvídate. Los cubanos no se andan con chiquitas y lo hacen bien fuerte.
En la playa es posible que se os acerquen a ofreceros excursiones por la isla, es bastante interesante poder hacerte con un buen guía pero mi tip es que antes habléis con alguno de los currantes del hotel (más bien los que están en la playa y los camareros que son mas enrollados) y que ellos os digan si los precios están bien y si son interesantes los lugares que proponen. Casi siempre éstos tienen amigos que os harán, sino lo mismo, algo parecido pero más autentico y económico.
Creo que no se me olvida nada más que reiterarme en que los cubanos son personas maravillosas, llenas de historia y dispuestos a compartir con los visitantes absolutamente todo lo que tienen. Gente de fiar en mi opinión. La isla es un autentico paraíso lleno de historia y paisajes espectaculares. Si vais preparados será un viaje que jamás olvidaréis pero cuidado, es muy posible que volváis con mentalidad relajada y cambie vuestra forma de vivir para siempre ¿Os atrevéis?
Saludos amigos invisibles!!
.